Según Wikipedia, Se entiende por episiotomía (del griego ἐπίσιον «pubis» y τόμος «corte») la realización de una incisión quirúrgica en la zona del perineo femenino, que comprende piel, plano muscular y mucosa vaginal, cuya finalidad es la de ampliar el canal «blando» para abreviar el parto y apresurar la salida del feto. Se realiza con tijeras o bisturí y requiere sutura. Y digo yo..qué prisa hay? Nos movemos en un mundo, en el que ya desde el momento del nacimiento, nos achuchan para que salgamos antes. Durante muchos años, fue una parte rutinaria del parto. Las hacían por protocolo, la necesitara la mamá o no, para prevenir desgarros y porque pensaban que curarían mejor que un desgarro natural. O eso nos contaban. Afortunadamente, hoy en día, la episiotomía como técnica preventiva para evitar desgarros está contraindicada por la Organización Mundial de la Salud. Aún así, en España se siguen haciendo muchas, demasiadas, exactamente en un 43% de los partos. Una barbaridad.
Se habla mucho de la episiotomía durante el embarazo. Muchas de las embarazadas que vienen a tratamiento es para que les enseñe cómo se hace el masaje perineal, porque no quieren que les hagan episiotomías. Y yo, lo primero que les digo, es que se lo enseñaré encantada, pero que, lamentándolo mucho, la episiotomía no es una decisión de la mamá, sino del profesional que la atienda en el momento del parto. Que el masaje no previene, pero que ayuda a tomar conciencia de la musculatura del suelo pélvico y su elasticidad.
CÚANDO ESTARÍA INDICADA LA EPISIOTOMÍA:
Cuando el bebé, POR SEGURIDAD, necesite nacer rápido. Ni más, ni menos. Aquí el profesional sanitario no debe pensarlo mucho. Cuando hay prisa por nacer, se corta, y luego ya veremos. Y aquí no vale esperar. ¿ Y por qué motivos el bebé necesitaría salir rápido?
- Porque el hombro del bebé se ha encajado detrás de tu hueso pélvico ( distocia de hombro)
- Porque hay alteraciones en su frecuencia cardíaca
- Porque necesitas un parto vaginal instrumentalizado.
Fuera de estos supuestos, la episiotomía es, por decirlo de manera suave, una faena. Las mujeres que la sufren, se recuperan del parto más lentamente, sufren más dolores, tienen mayor posibilidad de tener infección, y mayor riesgo de tener desgarro en sus sucesivos partos. Esa es la teoría.
¿ Y la realidad? La realidad es que, cuando te hacen una episiotomía, lo notas. Por mucha epidural que te pongan, nunca se te olvida ese momento. Porque se llevan por delante piel, tejido conectivo y músculo. Y luego, te cosen. Y ahí te quedas tú, con tu bebé y con tu miedo, porque tienes una herida en una zona que no gusta nada. Lo más lógico y normal sería pensar que se va a infectar. Al cabo de unas horas, tienes que hacer pis, y te escuece más el susto que otra cosa. Al día siguiente, vienen a curarte, y te dicen que qué suerte has tenido con el ginecólogo, que te ha cosido FE NO ME NAL, y tú encima te sientes agradecida de que se le dé bien la aguja. Y luego, te dicen que tienes que hacer caca antes de irte, que si no, no te dan el alta. Y ahí vas tú, toda obediente, con la poca dignidad que te queda, a cerrar la puerta del baño y a llorar de miedo.
Hay un día que los puntos te tiran una salvajada. Suele ser allá por el quinto, más o menos. No te puedes sentar, no te dejan moverte bien, te pasas las horas de pie. Al día siguiente, con suerte, estás mejor. Y eso es cuando todo va bien. Cuando va mal, se te abren. Se infectan. Cierran mal, hacen un queloide, que es un crecimiento exagerado del tejido cicatrizal. Se adhieren y hay que despegarlas. Sientes dolor durante mucho tiempo. Las relaciones sexuales molestan durante meses. Un chollo, vamos.
CÓMO TE AYUDA LA FISIOTERAPIA A RECUPERARTE DE TU EPISIOTOMÍA:
En primer lugar, trataremos la cicatriz. Las cicatrices son lesiones en la piel y tejidos subyacentes que hay que mimar. Hay que tocarlas para que se despeguen, hay que estirar la piel para darles elasticidad. Sé que es incómodo, sé que da grima, y que a veces duele, pero es necesario.
También reeducaremos la musculatura de la zona perineal. Trabajaremos para volver a recuperar la fuerza y elasticidad de esos músculos. A veces se tarda un poco más, y otras es un proceso rápido. No hay dos pacientes iguales, no hay dos episiotomías iguales.
Siempre les digo a las mamás que confíen en las personas que les van a atender en el parto. Que todos somos profesionales y que si no les hacen episiotomía, mejor , pero que si se la hacen, no pasa nada, no es el fin del mundo. HAY VIDA DESPUÉS DE LA EPISIOTOMÍA, es una frase que utilizo mucho. Y es cierto. Te recuperarás más despacio que si no te la hacen, tu suelo pélvico estará más afectado, tendrás más molestias, pero lo conseguirás.
» Llevamos en el alma y en el cuerpo las marcas de vida, marcas de las buenas y de las malas. Las cicatrices nos recuerdan que uno ha sido más fuerte que las heridas».
Marta Bodas